La biomasa puede utilizarse en las viviendas tanto para la producción de agua caliente sanitaria como para la calefacción, para lo que se utilizan calderas especiales para biomasa como combustible.
También se pueden utilizar como apoyo a la calefacción las estufas/chimeneas que calienten aire a partir de la biomasa, aunque en este caso es más complejo y menos eficiente su distribución a otros habitáculos.
En función del tipo de caldera utilizada, los combustibles utilizados pueden ser pellets, leña de árboles, residuos forestales, etc.
El coste de una caldera de biomasa es variable, en función de las necesidades de la vivienda, pero es algo superior al de otras calderas que utilicen otros combustibles (gas, gasóleo,...). No obstante, esta inversión superior se ve en parte compensada por las ayudas públicas existentes, ademas de que el gasto en el combustible durante la vida de la instalación es menor para la biomasa que para otros combustibles.
Por otro lado, utilizando biomasa estamos contribuyendo a la protección ambiental y al aprovechamiento de los recursos autóctonos gallegos.
Existe una linea de subvenciones a fondo perdido para el fomento de las energías renovables. Esta convocatória se publica anualmente, y permite obtener ayudas de hasta un 30%, aproximadamente, de la inversión necesaria para la ejecución de una instalación de aprovechamiento de biomasa (el porcentaje final dependerá del tipo de sistema, el número de solicitudes y la partida presupuestaria de cada año).